Puqueñas dósis de fútbol políticamente incorrecto

martes, 6 de mayo de 2008

ORÁCULOS.CAT

Por alguna extraña razón que aún desconozco, a los barcelonistas nos encanta escupir hacia arriba. Somos así, las leyes de la gravedad nos la traen al pairo. Para nosotros, ver hacer el ridículo al Real Madrid en liga mientras se la pega en Europa es algo impagable. Cada vez que eso sucede escupimos al cielo sin importarnos lo que venga después. Por suerte o por desgracia, los ciclos de los equipos no duran mucho. Ver a un Barça ganando una copa de Europa y 2 ligas seguidas es síntoma de que los tiempos futuros van a ser irremediablemente peores.


A mediados de la liga pasada el equipo lideraba la clasificación con suficiencia y nos reíamos del Madrid patético de Caspello. Por aquel tiempo Calderón fichaba a Higuaín y Gago, jugadores que les salieron por un ojo de la cara y a los que les costó mucho adaptarse a nuestra liga. Los oráculos catalanes no se hicieron esperar. Entre ataques de risa describieron a Higuaín como un jugador de 2ª división que no jugaría ni en el Hércules. Por otra parte, vaticinaban una liga ganada de calle por un Barça “insultantemente superior”. Dos años después, ese jugador que no valía ni para jugar contra el Eibar se ha convertido en el artífice de dos ligas blancas mientras nuestro “insultantemente superior” equipo flojea más que el R-28 de Alonso. La solución ahora, dicen, es echar a Laporta. Paradojas blaugranas. Los mismos "socis" de puro en boca que le votaron porque tenía "atado" a Beckham y que años después alabaron el fichaje de Henry, dicen ahora que la gestión de Txiki es horrenda. Supongo que tenemos lo que merecemos.

"Reconstrucción" –dicen. Limpia en el vestuario. A mi todo esto me suena a amenaza y autodestrucción. Cada vez que el Barça cambia de ciclo, los culés nos comemos 3 ó 4 años de ignominia cara. Ignominia porque nuestro único consuelo reside en que el Madrid no gane la liga (viendo cómo andan los demás equipos dan ganas de tirarte desde un noveno). Y cara porque perdemos la cabeza cambiando dinero por "mantas" que en un par de años malvendemos. Cruyff, que cada vez que abre la boca sube el pan, también apuesta por un cambio total y presume que ya lo había avisado. El mismo entrenador que estrelló 0-4 al mejor Barça de la década contra el Milán de Panucci y Massaro. El mismo que hizo la más sórdida limpia que yo recuerde de la mano de tan ilustres futbolistas como Busquets, Angoy, Iván Iglesias, Vucevic, Sánchez Jara Witschge, Escaich y Korneiev. ¡Un poquito de si us plau!


Es la hora de Guardiola, nuestro “Pep”. El ronco de los gallos en sala de prensa que nunca se afeitaba y que se aficionó a la nandrolona en Italia. Hace años sonó como director deportivo. Hasta amenazó con traer a Lillo al Barça. Huele a más de lo mismo. A futbolitis de toque sin trabajo, a entrenamientos con rondos haciendo el capullo… Esperemos que los oráculos.cat no digan que Pep es el entrenador adecuado. Solo nos quedaría una opción: ¡Amunt Vila-real!. Vuelve pronto, Mou.